La muerte del líder mercenario Yevgeny Prigozhin en un aparatoso accidente aéreo deja al presidente ruso Vladimir Putin más fuerte en el corto plazo, al eliminar a una poderosa figura que había desafiado su autoridad y amenazaba con hacerle parecer débil. Sin embargo, también le priva de un agente astuto que había demostrado su utilidad para el Kremlin enviando a sus hombres a algunas de las batallas más sangrientas de la guerra de Ucrania y promoviendo los intereses rusos en toda África.
Las autoridades aéreas rusas han informado de que Prigozhin, su mano derecha Dmitri Utkin y otras ocho personas viajaban en un avión privado que se estrelló sin supervivientes el miércoles al norte de Moscú. Aún no está claro qué provocó que el desplome.
No han aparecido pruebas que respalden la creencia generalizada de que Prigozhin fue asesinado como un acto de venganza por haber protagonizado un motín a fines de junio, suposición que, según analistas, podría convenir a los propósitos de Putin.
“Sean cuales sean las razones del accidente aéreo, todo el mundo lo verá como un acto de retribución y represalia, y el Kremlin no interferirá especialmente con ello”, dijo Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R.Politik.
“Desde el punto de vista de Putin, así como de muchos entre las fuerzas de seguridad y los militares, la muerte de Prigozhin debería ser una lección para cualquier posible continuador”.
Desde el motín, Prigozhin puso fin a una disputa con el Ministerio de Defensa, pero continuó con sus operaciones y parecía moverse libremente dentro y fuera de Rusia, a pesar de un acuerdo con el Kremlin según el cual debía marcharse a Bielorrusia.
Abbas Gallyamov, antiguo redactor de discursos del Kremlin, ahora calificado de “agente extranjero” por Rusia, dijo que Prigozhin había asumido erróneamente que era indispensable para Putin debido a la escala e importancia de sus actividades.
Éstas incluían amplias operaciones en África, donde Wagner ha ampliado sus servicios mercenarios en países como Mali y la República Centroafricana a cambio de concesiones mineras de oro y diamantes.
Aunque la ha presentado como una operación comercial puramente privada, el Kremlin ha utilizado a Wagner para influir en el continente en competencia con potencias occidentales como Francia y Estados Unidos.
Prigozhin “subestimó lo importante que es para Putin enviar una señal a todos los posibles rebeldes: chicos, no penséis que podéis hacer esto y luego seguir vivos”, dijo Gallyamov.
Pero la muerte de Prigozhin, no es gratuita para Putin porque abre la perspectiva de una lucha desordenada por el control del enorme imperio empresarial de Wagner, y una posible escisión entre los pragmáticos dispuestos a integrarse en el Ministerio de Defensa y una facción ultranacionalista que está descargando su ira en las redes sociales.
“Es posible que, en muchos sentidos, se convierta en una especie de Juego de Tronos o Los Soprano sin pies ni cabeza, con facciones y escisiones de Wagner que compiten entre sí”, afirma Andrew Borene, director ejecutivo de la empresa de inteligencia sobre amenazas Flashpoint y exfuncionario de los servicios de inteligencia estadounidenses.
“A largo plazo, creo que es una pérdida estratégica (para Rusia)”, afirmó.
Samuel Ramani, analista del centro de pensamiento londinense RUSI y autor del libro “Rusia en África”, dijo que la pérdida de la extensa red de Prigozhin sería una desventaja para Putin.
“Pierde muchos de los contactos personales que Prigozhin ha logrado cultivar en ese continente, incluido el tipo de contactos que serían necesarios para exportar oro y diamantes fuera de países sancionados como Mali y la República Centroafricana”, dijo Ramani en una entrevista.
El accidente aéreo ocurrió el mismo día en que los medios de comunicación estatales rusos informaron de la destitución de Sergei Surovikin, antiguo comandante de las fuerzas de guerra rusas en Ucrania, como jefe de las fuerzas aéreas rusas.
Informes generalizados pero no confirmados han dicho que Surovikin había sido puesto bajo investigación por su posible complicidad en el motín de Prigozhin.
La caída de ambos hombres -considerados en general como dos de los operadores más eficaces de Rusia en una guerra en la que ha tenido muchos fracasos embarazosos- podría dificultar la capacidad de Moscú para montar ofensivas sostenibles el próximo año, dijo Ramani.
Si Putin fue responsable de la muerte de Prigozhin, agregó, demostró que estaba dispuesto a emprender una represión brutal de cualquier tipo de disidencia.
“Pero también muestra una vulnerabilidad, porque ahora necesita usar la fuerza para reprimir a estos ultranacionalistas a los que antes podía cooptar y pacificar incluyéndolos en su coalición. Y eso no habla bien de la sostenibilidad de Putin después de 2024”.